Entre los fotográfos que tengo pendiente de mencionar hoy declaro mi admiración por las fotos de Carlton Davis, habitual de las revistas de moda y reparé en él por una editorial del Elle Usa, si mi memoria no recuerda mal del mes de Febrero. Me encanta porque está muy especializado en los accesorios y en concreto en alguna foto he tenido que mirar varias veces para encontrar el zapato de turno.
Al entrar en su página.....he creído que el corazón me daba un vuelco, muchas son fotos muy antiguas, se nota por la foto, el color de la misma, el modelo de zapato, el tipo de accesorio utilizado, al menos es mi percepción pero hoy lo aderezo con un texto que tengo desde hace mucho tiempo y que hoy es más que válido en mi persona. Comienzo una nueva etapa tanto personal como laboral y lo transmito en mi blog porque que sería un blog sin un poco de vidilla y porque simbólicamente cierro algún que otro círculo hoy. Todo sigue igual, pero en otro sitio, otro lugar y con las mismas ganas!!!.....Y tengo tanto que agradecer y tantas personas que por ahora para uds.: Gracias por leerme. (y no sigo por esta línea que un amigo me dirá que deje de tomar "sopa de pétalos de rosa")


Cerrando Círculos
Siempre es preciso saber cuando se acaba una etapa de la vida. Si insistes en


permanecer en ella, mas allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto.


Cerrando círculos, o Cerrando puertas, o Cerrando capítulos como quieras llamarlo.

lo importante es poder cerrarlos, dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.
¿Terminaste con un trabajo?, ¿se acabó una relación?, ¿ya no vives más en esa casa?

¿la amistad se acabó?

Puedes pasarte mucho tiempo del presente "revolcándote" en los por qué, en

devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho.

El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tu, yo, tus amigos, tus hijos,

tus hermana(o)s, todos y todas estamos abocados a ir cerrando

capítulos, a pasar la hoja, a terminar con etapas o con momentos de la vida y seguir adelante.

No podemos estar en el presente, añorando el pasado.

Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió y hay que soltar, hay que

desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de

de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere

estar vinculado a nosotra(o)s. ¿No?

Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por eso, a veces, es importante

destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, papeles por romper,

documentos por tirar, libros por vender o regalar.

Los cambios externos pueden simbolizar procesos internos de superación.

Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas

marcadas y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que

pasar la hoja, hay que vivir solo lo que tenemos en el presente. El pasado

ya pasó

No esperes que te devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que

alguna vez se den cuenta de quien eres. Suelta el resentimiento, el prender

tu "televisión personal" para darle y darle al asunto. Lo único que consigues

es dañarte mentalmente, envenenarte, amargarte. La vida va para adelante,

nunca para atrás. Porque si andas por la vida dejando "puertas abiertas",

por "si acaso", nunca podrás desprenderte, ni vivir lo de hoy con

satisfacción.

Noviazgos o amistades que no clausuras, posibilidades de "regresar" (¿a

qué?), necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios que

te invadieron. Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo!; si no, déjalo ir,

cierra capítulos. Dite a ti mismo que no vuelves, pero no por orgullo o

soberbia, sino porque ya no encajas ahí, en ese lugar, en ese corazón, en

esa habitación, en esa casa, en ese escritorio, en ese oficio. Ya no eres el

mismo que se fue, hace dos días, hace tres meses, hace un año, por lo tanto,

no hay nada a que volver. Cierra la puerta, pasa la hoja, cierra el círculo.

Ni tu serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la

vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo
desprender lo que ya no está en tu vida.

Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni

un trabajo. Nada es vital para vivir, porque cuando viniste a este mundo

llegaste" sin ese "adhesivo", pero se volvió "costumbre" vivir pegado a él,

por lo tanto es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo

humano o físico que hoy te duele dejar ir. Es un proceso de aprender a

desprenderse y humanamente se puede lograr porque, te repito, nada ni nadie

es indispensable. Solo es costumbre, apego, necesidad. Pero... cierra,

clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacude, suelta. Hay tantas

palabras y cualquiera que sea la que escojas,

te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.

Recuerda siempre, Aquí y ahora, es tu vida, no pierdas el tiempo. (Paulo Coelho)



Tras un texto así, alguno volverá a leerlo y lo llevará consigo pero como siempre he dicho....disfruta como quieras hacerlo, quizás tenga hoy el punto demasiado reflexivo, pero detrás del blog hay una persona y muy de vez en cuando doy señales de aquí estoy. Pero vuelve....mañana hay post especial para chicos.



Web Oficial: Carlton Davis