La protagonista de este post es Coco (Carmen), el alma de Coco Canella que calza a muchas damas de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria.




Abrirse un hueco en el mundo zapatero no es fácil, hacerlo en Gran Canaria es algo más complejo. Sin desmerecer a ninguna otra zapatería, de todas es conocida la hegemonía de varias de las que existen actualmente en la ciudad y comenzar hace unos añitos, casi tímidamente, y en un sector que no era el suyo y estar ahora en donde está, es para admirar.




Probablemente me 'matará', pero Coco es una mujer todoterreno, sencilla, cercana y divertida, muy divertida y siempre con un gesto amable y atento.



Llevamos quedando hace meses, pero entre unas cosas y otras ha sido ahora, en Navidad, que lo hemos hecho.




Hace algunas semanas pasé una tarde muy amena y divertida con ella. Viéndola en acción y hablando y cotilleando del mundo de los zapatos.





Se conoce a sus clientas y nada más entrar por la tienda sabe si el zapato que lleva es suyo o el estilo que busca, trae calzado para casi todo tipo de edades. 


Basa sus pedidos en algo de tendencia, mezclado y aderezado con lo que su clientela le demanda, de manera que hace un binomio perfecto entre la necesidad de cada una y lo que se lleva.





Quien hace tacones debería contratarla para vender. Habla del tacón cómodo (5-8 cm) y lo recomienda como si de agua se tratara.






Y algo que me gana siempre y es verla vender.  Podría ser de las que vende un peine a un calvo, pero vende para sus clientas y lo hace bien. La idea es fidelizar y que vuelvan en otro momento a por un zapato para un momento determinado.




En mi visita, una de las clientes traía el vestido para un determinado evento y salió de allí con su par de zapatos para ese momento en cuestión y era una chica que es 'alérgica' al tacón y nos argumentaba que no los usaba en su día a día, pero Coco supo encontrarle el 'zapato perfecto'. 




Me fascina como ha logrado esa química con las fábricas que 'hacen' las combinaciones de colores y pieles que ella quiere.



Me fascina como ella ve un catálogo, ve tendencias y dice que así y así y lo logra. Para el que no lo sepa, hacer calzado no es tan sencillo como: quiero esto, esto y esto... Las fábricas tienen unos mínimos y la lejanía se nota. 



Sí, de acuerdo, son zapatos inspirados en los mal llamados grandes (en algunos casos), pero con pieles de la mejor calidad, con producto español y con precios muy competitivos.



No niega que es difícil vender en los tiempos actuales, pero trabaja muchas horas para sacar adelante la tienda y reconoce (repito que no viene del sector), que le gusta.



Pasó de Domingo J. Navarro a la calle Villavicencio nº 3, no es la milla de oro, pero está situado en aledaños y en una muy buena zona de la ciudad: Triana. 



Podría haberte hablado de la bonanzas de la zapatería y de sus zapatos, pero que quieres que te diga, prefiero fijarme, reparar y comentar sobre una persona: Coco, la persona que hay tras Coco Canella.





Julio (la otra parte de Coco Canella), con el permiso, hoy la protagonista es ella.

¡GRACIAS por las atenciones! ¡Mi admiración!

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