Pocas veces me desmarco con alguna cosa personal pero hoy la ocasión lo merece y con creces - entre otras cosas porque soy la dueña del blog, ¿no?

Hace unos días recibí un correo de una de las personas más importantes de mi vida, como dedicatoria para poner el blog y su nueva plantilla, recién estrenada, para situar dentro del apartado "mi perfil". Dudé mucho entre subirlo y no hacerlo, pues es demasiado personal, pero ¡qué diablos, que el mundo se entere (hace tiempo que me importa un carajo lo que la gente opine)! el escrito tiene un más que merecido post y por supuesto tendrá su hueco en el lateral. !¡Tengo tanto que agradecerte AMIGO MÍO! que creo que cualquier cosa que haga o diga por y para ti sería poco, Gracias por estar en mi vida y por ser tan auténtico!! Y para rizar el rizo y añadir el punto sensible al tema: ¡Gracias por quererme de la forma en que me quieres!

El texto recibido fue:


He visto unos zapatos que te mueres.

Ella es así, la ves y no la ves, pero estuvo y ya lo ha hecho. Siempre sabes que estuvo, aunque no la vieras, porque de una u otra manera saber dejar su sello personal. De forma discreta y elegante. Amiguísima de todas sus amistades reparte cariño y generosidad a raudales, sabe estar, le encanta aprender y mejorar constantemente, sólo se impacienta a veces si no le haces mucho caso. Trabajadora infatigable, pocas veces encontré un entusiasmo y un tesón semejantes. Camina por la vida ante las adversidades con la misma elegancia que lo haría con unos tacones de vértigo en una playa de cantos rodados. Y hablando de tacones, tiene tantos como virtudes humanas y divinas; si Cupido hubiera sido humano la habría contratado de secretaria personal, y no conoceríamos el desamor... Patri Patri, eres un sol.